jueves, 29 de noviembre de 2012

Un sueño sin fin

Cada día me despierto pensando en que si me pasará algo nuevo, que si mi irá bien en el instituto, pero la mayoría de veces me pasa lo contrario. Me quiero despertar en un sueño magnífico, que no tenga fin, que ocurra cosas maravillosas y que todo pase por el bien de todos. Mis compañeros de clase del I.E.S Nazarí de Salobreña piensan lo mismo. Todos creemos que todo pasa en contra nuestra, que el mundo es un traidor, pero no es así, no nos tenemos que dejar llevar por lo que nos digan o por lo que nos hagan. Para mí esto es una injusticia no poder levantarse y decir, "que bien otro día que me va a salir estupendo", siempre estamos con que no quiero ir a ningún sitio. Que me quiero quedar en casa hablando por el WhatsApp o por el tuenti. Yo quiero salir y buscar diversión, sin deberes, sin estudiar, solo un mundo para nosotros. Que no haya reglas ni límites. Ese para mí sería un mundo perfecto. Del que no te despertases nunca, que durase toda la vida, con tus seres queridos. No digo que no haya escuelas pero tampoco digo que haya reglas. Un sueño perfecto sería el de cada perdona, no solo el mío. A mí me gustaría ver como disfrutan las personas de ese momento, de que si el sueño les pertenece, que si de verdad ese es el sueño de cada persona. 

Otra cosa que también nos pertenece son los días, con eso quiero decir que un día está para disfrutarlo al máximo, porque en tu vida solo vas a tener un día diferente, no otro día con el que puedas recuperar otro. Yo creo que los días están para aprovecharlos al máximo, como he dicho antes sin límites, ese es un día perfecto para mí.